jueves, 18 de octubre de 2012

Decálogo del buen periodista II

5.  RIGOR Y CONTRASTE. Van de la mano de la verdad y de la objetividad. 
Casi siempre, nos encontraremos con que nuestras informaciones tienen distintas versiones, muchas veces enfrentadas y contrarias. ‘Cada cual lo cuenta a su 
manera, podríamos decir”. Es nuestra responsabilidad escuchar a todas las partes 
y ser rigurosos a la hora de investigar y contar nuestra información. No debemos 
creer lo primero que escuchamos, debemos comprobarlo y hablar con otras 
fuentes no implicadas, como testigos, para contrastar la información. 
6. ACTUALIDAD. Prima en el trabajo del periodista. El punto principal de una 
noticia es contar hechos o informaciones de ahora, con la mayor inmediatez 
posible. No nos sirve contar una noticia que ha pasado hace unos días y que, 
probablemente, nuestros lectores ya habrán conocido por otros medios. 
7. ATRACTIVO. Un diario tiene que llamar al lector. Aunque el texto sea muy 
bueno, de nada sirve si son un montón de letras juntas que dé pereza leerlas. 
Debemos jugar con los titulares, la estructura de la noticia y, sobre todo, con las 
fotografías. Un buen  documento gráfico que ilustre los hechos hace ganar a una 
información muchos puntos. 
8. ORIGINALIDAD. Buscar noticias propias para nuestro diario consigue 
distinguirlo y dotarlo de prestigio y calidad. Son las llamadas exclusivas, 
informaciones que sólo nuestro diario ha logrado gracias a su labor de 
investigación. Por supuesto, nuestras exclusivas deben ser veraces y estar 
contrastadas. A lo mejor, si no las inventásemos lograríamos vender muchos 
ejemplares un día, pero nuestro lectores perderían su confianza en nosotros. 
Igualmente, copiar y pegar lo que hacen otros no serviría porque ya lo habrían 
contado ellos. 
9.  HUIR DEL MORBO FÁCIL. Puede parecer sencillo caer en el llamado 
sensacionalismo y contar sólo noticias de accidentes, muertes o sangre. La 
información de un diario es muy amplia y, si bien se cuentan sucesos trágicos, 
hay que tener cuidado en la forma de narrarlos. Por ejemplo, no conviene 
recrearse en detalles macabros e innecesarios para contar los hechos.
10. NUESTRAS FUENTES. Las fuentes son quienes nos informan de los hechos, 
quienes nos dan los ladrillos para construir nuestra noticia. Es necesario 
cuidarlas porque no siempre quieren que se les conozca y nunca se sabe si las 
necesitaremos otra vez. También debemos estar seguros de si son fiables. Una 
fuente que nos mienta no sirve para nada. Si la fuente no quiere ser conocida, no 
tenemos por qué desvelarla.