María Figueroa - 1º A
Estaba
Robin Hood paseando por el bosque cuando de repente escuchó
una vocecilla:
-¡Eh, tú!
-¿Quién
eres? ¿Dónde estás? Respondió al no ver a
nadie.
-¡Aquí, en
tu hombro!
Un
pequeño hombrecillo asomaba por su hombro. Era de aspecto
peludo, llevaba un gorro rojo y una pequeña cartera colgada.
-¿Quién
eres tú?
-Soy
Tom y me han mandado para decirte que tengas cuidado ya que el
sheriff te quiere secuestrar y lo puede hacer en cualquier momento.
-¿Para
qué me iba a querer a mí el sheriff?...¡Qué
tontería!
-Pues
dice que te ha estado observando y que eres muy ágil y
fuerte, justo lo que él necesita. Quiere que vayas a casa de la
familia Holsen, la más rica del pueblo y que robes todo lo que
haya en la caja fuerte, que es donde guardan los objetos de más
valor. Dice que si te captura y no lo haces, te encerrará y
tendrás que sobrevivir a base de pan y agua.
Robin
Hood estaba confuso...
-No
sé, es todo muy raro... ¿Por qué me iba a elegir a
mí? ¿Y por qué vienes tú a decírmelo?
-Bueno, yo
ya te he avisado, haz lo que quieras.
Estuvo
largas horas pensando hasta que dijo:
-No
creo que el sheriff me vaya a pedir eso...
Caminaba
un día por el bosque cuando de repente...¡ZAS! Cayó
en la trampa...
En
ese momento,Robin Hood se dio cuenta de que Tom tenía razón.
Cuando
el sheriff le contó todo lo que quería, Robin Hood se
opuso y ocurrió lo que Tom le dijo: tuvo
que sobrevivir a base de pan y agua.
Pasaron
meses y meses hasta que Robin Hood decidió hacerlo. Robó
la caja fuerte de la familia Holsen. El
sheriff lo dejó en libertad pero al sheriff lo arrestaron y
él, como también formaba parte del robo, lo buscaron pero
tuvo que refugiarse en el bosque. Ya no se supo nada más de
él.